Publicado en 1988 Por Martín Sanders Matilda no era una niña normal. Aprendió a hablar al año. A los tres, leía fluidamente. A los cuatro, pasaba mucho tiempo leyendo, ya que sus padres, un comerciante deshonesto y una señora superficial, la detestaban. Matilda tenía un hermano, Michael, quien se pasaba todo el santo día viendo la tele. Micheal era el consentido. Como los padres de Matilda odiaban que leyera, nunca le compraban libros, así que ella iba a la biblioteca. Sin embargo, el papá destrozaba esos libros prestados. Así es: era un monstruo total. Para darle una lección, Matilda le hacía travesuras. Con el pasar del tiempo, a Matilda se le ocurrió ir a la escuela. Sus padres le dan el avión pero, tras mucho insistir, aceptan inscribirla al colegio Crunchem Hall. Ya en el colegio, la señorita Honey, profesora de Matilda, se sorprende de la increíble inteligencia de la niña y hasta le pide a la directora, la señorita Trunchbull, que la avance de curso. Esto no sucede, debido al desagrado que tiene Trunchbull por Matilda y, en general, los niños. Entonces Honey va a casa de Matilda, para contarle a sus padres de su inteligencia. Ellos no le creen, porque piensan que su hija es una idiota. Platicando con sus amigas del colegio, Matilda se entera de las cosas terribles que ha hecho la Trunchbull a los alumnos. También es testigo de las acciones que estos toman para defenderse. En una de estas ocasiones, Trunchbull acusó a Matilda injustamente. La niña se enfadó mucho, la directora trató de expulsarla y Matilda le tiró un vaso de agua con el poder de su mente. Así es, modo X-Men activado. Después de clases, Matilda le confesó a Honey que ella tiró el vaso con su poder. Tras una demostración, la profesora quedó maravillada y, de nuevo, fue con los padres de Matilda para hablarle de sus habilidades. Aquí nos enteramos de que la profesora es sobrina de la señorita Trunchbull y que le debe a su tía un montón de dinero. Matilda también se entera del nombre del padre de Honey: Magnus. Este detallito es muy importante. Al día siguiente, había un examen en el colegio. Trunchbull hizo una pregunta a un niño que no supo contestar y ella lo aventó de las orejas al infinito y más allá. Entonces, haciéndose pasar por Magnus, Matilda usó su poder para escribir en el pizarrón una amenaza. La directora se fue corriendo más rápido que Sonic y nadie la volvió a ver. Para concluir, la policía descubrió que el padre de Matilda estafaba a sus clientes. Por eso, cuando la niña llega a casa, su familia está muy ocupada empacando para huir. Matilda no quería irse con ellos, así que le pidió a Honey que la adoptara y las dos vivieron felices por siempre, fin. Dos palabras: obra maestra. 5/5. Si no lo lees, Magnus te va a jalar las patas en la noche.
0 Comments
Leave a Reply. |
AuthorMartín Sanders. Archives
March 2024
Categories |